San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea.
En el libro de Daniel, Dios envía a San Miguel para
asegurarle a Daniel su protección.
"Y ahora volveré a luchar con el príncipe de
Persia...Nadie me presta ayuda para esto, excepto Miguel, vuestro príncipe, mi
apoyo para darme ayuda y sostenerme." -Daniel 10:13.
"En aquel tiempo surgirá Miguel, el gran príncipe que
defiende a los hijos de tu pueblo" -Daniel 12:1
El pueblo del profeta eran los judíos. Por lo tanto, es
aceptado que el ángel que el Señor había asignado a los Israelitas en los días
de Moisés, para guiarles a través del desierto y llevarlos por las naciones
idólatras que destruiría por medio de ellos, es el mismo San Miguel.
En el libro del Exodo el Señor dijo a los Israelitas:
He aquí que yo voy a enviar un ángel delante de ti, para que
te guarde en el camino y te conduzca al lugar que te tengo preparado. Pórtate
bien en su presencia y escucha su voz: no le seas rebelde, que no perdonara
vuestras transgresiones, pues en el esta mi Nombre. si escuchas atentamente su
voz y haces todo lo que yo diga, tus enemigos serán mis enemigos y tus
adversarios mis adversarios. Mi ángel caminara delante de ti y te introducirá
en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos,
de los jivitas y de los jebuseos; y yo los exterminaré. No te postrarás ante
sus dioses, ni les darás culto, ni imitaras su conducta; al contrario, los
destruirás por completo y romperás sus estelas. Vosotros daréis culto a Yahveh,
vuestro Dios". -Ex 23:20.
Después de la muerte de Moisés, según la tradición judía
(referida en Judas 9) San Miguel altercaba con el diablo disputándose el cuerpo
de Moisés. En obediencia al mandato de Dios, San. Miguel escondió la tumba de
Moisés, ya que la gente y también Satanás querían exponerla para llevar a los
Israelitas al pecado de idolatría.
San Miguel recibió de Dios el encargo de llevar a término
sus designios de misericordia y justicia para su pueblo escogido. Vemos como
Judas Macabeos antes de iniciar cualquier batalla en defensa de la ley y del
Templo clamaba la ayuda de San Miguel y le confiaban su defensa:
En cuanto los hombres de Macabeos supieron que Lisias estaba
sitiando las fortalezas, comenzaron a implorar al Señor con gemidos y lagrimas,
junto con la multitud, que enviase un ángel bueno para salvar a Israel....
Cuando estaban cerca de Jerusalén apareció poniéndose al frente de ellos un
jinete vestido de blanco, blandiendo armas de oro. Todos a una bendijeron
entonces a Dios misericordioso y sintieron enardecerse sus ánimos -2 Mac 11:6
Tu, soberano, enviaste tu ángel a Exequías, rey de Juda, que
dio muerte a cerca de ciento ochenta y cinco mil hombres del ejercito de
Senaquerib. Ahora también, Señor de los cielos, envía un ángel bueno delante de
nosotros para infundir el temor y el espanto. ¡Que el poder de tu brazo hiera a
los que han venido blasfemando a atacar a tu pueblo santo! -2 Mac 15:22.
En la actualidad, los judíos invocan al Arcángel Miguel como
el principal defensor de la sinagoga y como protector contra sus enemigos. En
la fiesta de la expiación concluyen sus oraciones diciendo: "Miguel,
príncipe de misericordia, ora por Israel".
En la Nueva Alianza
La posición de San Miguel es también muy importante en el
N.T. donde continúa su poderosa defensa.
Con sus ángeles, el libra la batalla victoriosa contra Satanás y los ángeles
rebeldes, los cuales son arrojados del infierno. Es por eso venerado como guardián de la
Iglesia.
"Entonces se entabló una batalla en el cielo: Miguel y
sus Angeles combatieron con el Dragón. También el dragón y sus ángeles
combatieron pero no prevalecieron y no hubo ya en cielo lugar para ellos. Y fue
arrojado el gran Dragón, la serpiente antigua, el llamado Diablo y Satanás, el
seductor del mundo entero"
-Apocalipsis 12,7-9
La carta de Judas se refiere a San Miguel en batalla contra
Satanás.
El honor y la veneración a San Miguel, como testifican los
padres de la Iglesia, ha sido parte esencial de la vida de la Iglesia desde sus
inicios. Se le han atribuido un sin numero de beneficios espirituales y
temporales. El emperador Constantino, atribuyó a este arcángel, las victorias
sobre sus enemigos y por ello le construyo cerca de Constantinopla una
magnifica iglesia en su honor. Esta se convirtió en lugar de peregrinación y
muchos enfermos recibieron sanación gracias a la intercesión de San Miguel.
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