Se llama primero a San Miguel,
Pidiéndole permiso al Padre celestial con el rezo de un
Padrenuestro.
Luego se dice la oración que se enseñó para estos tiempos:
San Miguel Arcángel: Defiéndenos en la pelea contra Satanás
y sus demonios;
sed nuestro amparo y protección; que el Altísimo os dé el poder
y el permiso para que nos asistáis y que Dios haga oír su voz imperiosa para
que expulse a Satanás y sus demonios que quieren hacer perder la humanidad. Que
tu grito:
"Quién como Dios, nadie es como Dios",
Someta a Satanás y sus demonios bajo nuestros pies.
Amén.
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