Lo que eres
capaz de hacer por una persona sin obtener beneficio alguno, es precisamente lo
que más beneficio te reporta.
La vida nos
da muchísimas oportunidades para ayudar al prójimo todos los días. Dentro de
nuestras posibilidades esta la oportunidad de ser generosos, porque si se nos
presentan estas experiencias, es seguro que las generamos nosotros para
sentirnos bien viviéndolas.
Es
importante saber cuándo de verdad puedes ayudar o no. Primero tiene que ser un
sentimiento sincero, salirte del corazón, no se ayuda por obligación sino por
devoción. En ese instante tu das lo mejor de ti y no importa si recibes al
mismo momento, no necesitas que te den las gracias, tú ya recibes, porque
sientes el gozo de tu ser interior vibrando por la alegría de ser.
Lo más
increíble que me resulta es que aunque puedas prestar la misma ayuda a la misma
persona, o a otras, la sensación siempre es diferente y además se incremente.
Es como si te enganchara el ayudar a otras personas. Tienes un subidón pero sin
drogas, tu cuerpo genera hormonas de la felicidad y ese torrente de Alegría
circula por tu cuerpo, contagiándolo todo a tu alrededor.
Algunas
personas que incluso te quieren pueden no entender porque te
entregas y das a
los demás, incluso pueden llamarte iluso o necio. Pero no solamente no eres un
tonto, sino que muy inteligente diría yo. Has descubierto la manera más fácil,
corta y sencilla de ser Felicidad, y es poniendo tu granito de arena para hacer
más felices a otros.
Desde este
punto de vista, tener el don de poder ayudar es un privilegio. Que el Universo
provea esas circunstancias tan concretas para desarrollar ese don, es un
milagro, y lo mejor de todo es que ese milagro ocurre todos los días, e incluso
varias veces al día. ¿Qué más se puede pedir? Si crees
que las personas quieren aprovecharse de ti, ves que hay mucha gente que
solicita tu ayuda, y tienes dudas de esta ayuda sea justificada. Posiblemente
es el universo que te está poniendo a prueba. Es tu mente la que analiza en
términos de dar y recibir y de que puedes perder en este intercambio. Eso es
imposible, nunca puedes perder cuando das con el corazón. Si se te generan
estas experiencias a menudo, quizás sea el don tuyo el de dar y quizás están
poniéndote las oportunidades que necesitas para darte cuenta.
Plantéate
probar a dar, generosamente, sinceramente por lo menos a modo de prueba y a ver
cómo te sientes. Quizás sea este el verdadero propósito de tu vida. Me alegro
por ti. Goza de la sensación de ser útil a los demás.
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