Bienaventurado
San Miguel Arcángel,
sé mi guardián y custodio en todos mis
caminos y batallas
espirituales; que tu
santa protección me acompañe de día y de noche.
Defiéndeme
del enemigo de mi alma y
sus agentes del mal. Guíame por el buen sendero.
Líbrame
de ofender a Dios.
En la hora de mi muerte, tómame de la mano
y llévame contigo
a la gloria del Padre Eterno.
Amén.
San Miguel:
Ilumíname con tu luz.
San Miguel:
Protégeme con tus alas.
San Miguel:
Defiéndeme con tu espada. Amén.
Si te ha gustado este Articulo puedes hacer clik en ME GUSTA, en + 1 y de compartirla en FACEBOOK, TWITTER, CORREO ELECTRÓNICO y demás redes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario